En el Seminario Internacional “Practicaje y Medio Ambiente: Accidentes y sus Consecuencias” se reafirmó el rol clave de los prácticos para la protección ambiental y la eficiencia logística.
GlobalPorts estuvo presente en el Seminario Internacional “Practicaje y Medio Ambiente: Accidentes y sus Consecuencias”, organizado por la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje y la Asociación Civil de Prácticos. El encuentro se realizó este jueves en la sede del Centro de Capitanes y Oficiales de la Marina Mercante, y contó con la participación de destacados referentes nacionales e internacionales. Durante la jornada se resaltó la importancia del practicaje tanto para la seguridad de la navegación como para la eficiencia económica y logística.
El Seminario, que forma parte de las actividades de capacitación que viene ofreciendo la Cámara en los últimos 4 años, contó con la participación de Marcus Vinicius Lisboa – Senior Marine Consultant en ABL Group y ex Capitán de la Marina Mercante de Brasil con 15 años de experiencia en buques tanqueros de Petrobras-, y de Octavio Fragoso –Práctico de Río de Janeiro, expresidente de Conapra y la Federación de Prácticos de Brasil, VP senior de la IMPA (International Maritime Pilots Association) -.
Unidad frente a la desregulación
El Capitán Eduardo Baglietto, vicepresidente del Centro de Capitanes, fue el encargado de dar la bienvenida. En su discurso, hizo un llamado a la unidad frente al contexto actual de reformas:

“Desde el Centro de Capitanes creemos que la unidad es lo más importante, en estos días de cambios y desregulaciones a la profesión. Esto ya lo hemos vivido en los años ´90 y pasamos de una flota de 160 buques a una de 16. Hoy en la actualidad hay 91 países que tienen regulaciones para proteger su cabotaje nacional y cuentan con regulaciones para que se haga cabotaje en las zonas que corresponden.»
Baglietto defendió el marco regulatorio actual y advirtió sobre los riesgos de avanzar con reformas sin considerar la experiencia profesional de quienes están en la actividad:
«Nosotros consideramos que las regulaciones del practicaje vigentes son las adecuadas para las condiciones que hoy existen. Para desregular se debe tener las condiciones técnicas y deben participar en las decisiones los capitanes y los prácticos que son los principales afectados por estas medidas. Por lo menos, deberían poder aportar sus conocimientos y experiencia profesional. El Centro de Capitanes sigue recomendando cumplir con las normativas actuales que son las que corresponden, mientras no se oficialicen cambios en las regulaciones. Los cambios deben hacerse considerando las condiciones técnicas y de seguridad.”
Formación continua para enfrentar nuevos desafíos
El Capitán Pablo Pineda, secretario de la Cámara de Practicaje, celebró el inicio de una nueva etapa de formación conjunta entre la Cámara y el Centro de Capitanes: “Estamos unidos para trabajar y para capacitarnos”, expresó, y agradeció tanto a la institución anfitriona como a los funcionarios presentes de la Prefectura Naval Argentina y del Ministerio de Desregulación de la Nación.

Pineda recordó el trabajo sostenido de la Cámara en la mejora profesional de los prácticos: «La capacitación del práctico es fundamental para ser cada día mejores. Hay nuevas tecnologías, los buques crecen en tamaño y hay nuevas regulaciones. La OMI recomienda la renovación de la capacitación de los prácticos cada 5 años y también el IMPA recomienda con mucho énfasis la capacitación».
Y agregó una reflexión clave sobre el valor estratégico del practicaje: «Los prácticos son examinados tanto por los ciudadanos que no quieren derrames de petróleo o vías navegables obstruidas, por la economía del país que debe funcionar con eficiencia en el tráfico de mercancías, y por los armadores que ponen los barcos e invierten capital.»
Impacto ambiental y lecciones del pasado
En su presentación, Marcus Lisboa expuso sobre el impacto ambiental de los siniestros de buques petroleros. Como caso emblemático, analizó el desastre del Exxon Valdez ocurrido en 1989, cuando un buque petrolero de última generación derramó 11 millones de galones de crudo en el golfo de Alaska, afectando más de 2.200 kilómetros de costa.

Lisboa subrayó una decisión crítica que derivó en la tragedia: El accidente se produjo por la decisión de no utilizar practicaje para reducir costos, lo que provocó que el buque se saliera del estrecho canal de acceso al Puerto de Valdez -Alaska-, generando daños económicos estimados en $12 mil millones de dólares.
A partir de ese hecho, se implementaron reformas de gran impacto: la sanción de la Oil Pollution Act en 1990, la obligatoriedad de planes de contingencia en 1991, el Convenio Internacional de Responsabilidad Civil en 1992, y la exigencia del doble casco para buques petroleros, lo que generó una fuerte reducción de derrames en las últimas décadas.
Un modelo de regulación con equidad y eficiencia
Octavio Fragoso presentó el modelo de regulación del practicaje en Brasil, desarrollado durante los últimos 50 años. Destacó dos pilares que estructuran el sistema: “Por un lado, la definición del servicio de practicaje que incluye al práctico, la lancha y la estación de control, lo cual ordenó la competencia en el mercado, redujo los costos y la superposición de estructuras, garantizó los precios únicos por el servicio completo y estimuló la inversión en seguridad y tecnología”.

Y añadió: “Por otro lado, el turno único de trabajo, que garantiza el servicio a todos los usuarios sin preferencias y en el cual el práctico no puede elegir ni rechazar el barco ni viceversa, garantizando una distribución equitativa de los servicios, precios previsibles para los usuarios y profesionales bien entrenados y capacitados durante todo el año”.
Fragoso fue contundente respecto a los modelos totalmente desregulados: “El sistema de practicaje puramente de mercado y totalmente desregulado no es factible o cuando ocurre es de corta duración, dado que genera ineficiencias, aumenta los riesgos de la actividad marítima y eleva los costos.”
Para el especialista brasileño, el camino más sólido es: “Un sistema de mercado con regulación estatal, que permita la negociación de precios con los usuarios, pero que al mismo tiempo garantice el interés público mediante la limitación del número de prácticos, el turno único y la garantía de calificación de los profesionales.”
Valor estratégico y económico del practicaje
El cierre del evento estuvo a cargo de John Ryan, presidente de la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje. En su intervención destacó el impacto económico y estratégico del sector:

“La actividad del practicaje tiene como función primordial garantizar la seguridad de las vías navegables y la infraestructura portuaria del país. Es una actividad que genera $300 millones de dólares al año en divisas que ingresan provenientes de las compañías navieras internacionales de transporte marítimo y fluvial.”
Ryan agregó que: “La actividad del practicaje representa una exportación de servicios de alto valor agregado, superior al de otros sectores, y también contribuye a la recaudación de impuestos del Estado.”
Por último, el presidente de la Cámara refutó uno de los argumentos que suelen sostener los defensores de la desregulación: “Es falso que los fletes marítimos puedan abaratarse por una desregulación de la actividad, dado que se trata de precios internacionales inelásticos que tienen poco que ver con los costos de cada puerto, por lo que una desregulación no produciría beneficios para productores y consumidores, pero sí generaría una pérdida de las divisas que ingresan al país producto de la actividad.”
El seminario dejó en claro que el practicaje no solo es un componente esencial para garantizar la seguridad en la navegación y la protección del medio ambiente, sino también una actividad estratégica para la economía del país. Las experiencias internacionales presentadas evidenciaron que la desregulación sin criterios técnicos adecuados puede traer consecuencias graves tanto operativas como ambientales. En cambio, un modelo con reglas claras, formación continua y participación activa de los profesionales del sector permite elevar los estándares de seguridad, eficiencia y sustentabilidad. En un contexto de cambios y debates regulatorios, el seminario aportó una voz fundada y experta en defensa del interés público y del desarrollo marítimo responsable.