Con el dragado del río Paraná Guazú y del Pasaje Talavera, la terminal entrerriana de aguas profundas podría ser el nuevo sitio de completamiento de carga para el complejo agroindustrial de Rosafé.
Por Agustín Barletti
El 6 de febrero culminó la batimetría del Río Paraná Guazú, el Paraná Bravo y el Pasaje Talavera, a fines de obtener información actualizada en dichos sectores.
Ordenado por la Administración General de Puertos (AGP), el estudio permitirá mejorar la seguridad de la navegación de esos ríos, con una próxima renovación del balizamiento existente en la zona.
Actualmente, el Paraná Guazú es utilizado como traza alternativa por algunos barcos que navegan en lastre, mayormente hacia Rosario a buscar carga. Por falta de profundidad adecuada en el Paraná Guazú, las embarcaciones que ya traen su carga, hoy tienen como única opción es la ruta hacia el Río de La Plata por el canal Emilio Mitre para empalmar con el canal Brown.
Por esta única vía, también transitan los buques que tienen prioridad de canal, como los cruceros y los gaseros, por lo que las demás embarcaciones deben detener su marcha con el consiguiente impacto sobre el costo de fletes.
Estamos hablando de buques que tienen en promedio un costo operativo diario de u$s 35.000
El dragado del Paraná Guazú moverá las fichas del tablero logístico de la región, y esto ya está siendo visto por algunos puertos como el de Ibicuy.
Con su profundidad natural de 50 pies, la estratégica terminal entrerriana apuesta a ser un hub regional en capacidad de suplantar incluso a los puertos marítimos de Quequén y Bahía Blanca para el completamiento de la carga del complejo agroindustrial de Rosafe.
Situado sobre el kilómetro 218 a orillas del Río Ibicuy, el puerto se encuentra a solo 45 kilómetros de los Canales a Martín García y su salida al Río de la Plata.
Dispone de un muelle de 160 metros de largo por 14 metros de ancho y hoy la carga se realiza por elevadores y correas. Por tierra se accede por la Ruta Provincial Nº 45 desde paraje Brazo Largo y desvío de Autopista 14.
El ferrocarril, por su parte, recorre la columna vertebral mesopotámica desde Apóstoles en Misiones, hasta el muelle de Ibicuy.
Los pasos para impulsar esta opción logística ya se están dando. El gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet avanza en un convenio con Nación para la compra de 200 hectáreas linderas al puerto, actualmente en manos de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
Hoy el puerto posee 100 hectáreas, y con esta adquisición, triplicaría su superficie operativa, a la vez que crecería de los actuales 800 metros de costa a 1.600 metros.
Otro gran impulso viene de la mano de Julio César Rodríguez Signes, fiscal de Estado de la Provincia de Entre Ríos quien propuso crear un consorcio de cooperación entre las provincias de Misiones, Chaco, Corrientes, Formosa y Entre Ríos para operar en conjunto el puerto de Ibicuy manteniendo su carácter público.
“Entre Ríos no tiene por sí sola la producción para semejante puerto, pero entre todas las provincias sí”, dijo a Transport & Cargo Rodríguez Signes, que también es delegado por Entre Ríos en el Comité Federal de la Hidrovía y en el Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable.
El funcionario propuso que, “en la Vía Navegable Troncal a la altura de Villa Constitución, donde el río se bifurca, se habiliten dos opciones: el Paraná de las Palmas, como existe actualmente, y otra por los ríos Paraná Ibicuy, Paraná Guazú y el Pasaje Talavera. De ahí se sale por los Canales a Martín García al Río de la Plata”.
A la hora de abordar los beneficios de esta traza, Rodríguez Signes destacó que “es una vía mucho más ancha, que requiere menos dragado, y con mayor maniobrabilidad y seguridad, además de ser más económica. Aun sin dragado, hoy esta vía está operativa, el puerto de Ibicuy mueve cargas de madera, y el puerto del Guazú, bajo el puente Zárate Brazo Largo, es utilizado por ACA. Por eso digo que Entre Ríos está en condiciones de convertirse en una plataforma logística regional, pero para eso hay que habilitar esta segunda opción navegable del Paraná Guazú”.
La propuesta del Fiscal de Estado entrerriano habilita también la posibilidad de alcanzar los 42 pies de calado desde el centro exportador de Rosafé al mar. Esto se logra por el Paraná Guazú, que tiene profundidades naturales y que solo requiere algunas obras puntuales de dragado.
La ruta, sigue efectivamente por los Canales a Martín García, pero por la variante del Canal Buenos Aires, que registra hasta 20 metros de fondos blandos y podría llevarse a 42 pies, lo mismo que la salida al mar por el Canal Magdalena.
Para más información acerca de este sistema navegable propuesto se pueden obtener sin cargo los libros “La hora del canal Magdalena“, “Canal Buenos Aires, el eslabón perdido” y “Canal Martín Irigoyen“, hacia una nueva vía navegable”.
Fuente: Transport & Cargo, El Cronista