En el 2022, el maíz representó el 54% del total de granos exportados desde el puerto de Bahía Blanca, con embarques que superaron las 7 millones de toneladas, marcando una ligera disminución del 1,2% en comparación con el año anterior, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca.
La situación se ve potenciada por la actual bajante que afecta al río Paraná, lo que ha llevado a que buques destinados a cargar en los puertos del tramo conocido como “Up-river” no logren completar su capacidad.
Ante esta contingencia, de acuerdo a lo publicado por Bichos de Campo y según datos de la plataforma Sio Granos, los exportadores que operan en las terminales portuarias de Bahía Blanca, están ofreciendo incentivos significativos para completar cargamentos de maíz, llegando a pagar más de $10.000 por tonelada para originar el cereal con entrega en Bahía Blanca.
Estos incentivos buscan asegurar el flujo de exportaciones de maíz, particularmente ahora que ha comenzado la cosecha del ciclo 2023/24, con el objetivo de adelantar los embarques antes de la entrada de la nueva cosecha de Brasil en julio. La estrategia apunta a maximizar la ventana de exportación antes de que el mercado se vea inundado por la producción brasileña.
El Instituto Nacional del Agua, en su último pronóstico hidrométrico, indicó que los niveles del río Paraná se encuentran en un rango de aguas medias bajas a bajas, con una tendencia a la baja en las secciones superiores y un leve ascenso en las inferiores. Este panorama sugiere que la situación de la bajante podría mantenerse, lo que subraya aún más la relevancia de los puertos alternativos como Bahía Blanca para sostener la actividad exportadora del país.