En los próximos días comienzan las pruebas finales para su puesta a punto. Esta obra, en la que se invirtieron más de 60 millones de pesos, forma parte del plan de inversión en infraestructura más grande en la historia del Puerto.
El tendido de más de 500 metros recorre de extremo a extremo el muelle y está conectado con la sala de bomba ubicada en la punta sur de la red. Desde ese lugar, próximo a techarse para su resguardo, se da impulso al agua que se toma desde el río.
“Venimos a saldar una deuda histórica con nuestro Puerto. Hoy somos aún más seguros. De esta forma aumentamos el standár en seguridad para los trabajadores y trabajadoras”, expresó la presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de San Nicolás, Cecilia Comerio.
El sistema de cañería, de material plástico de termofusión, está instalado bajo superficie y cuenta con cinco bocas distribuidas en la parte central del muelle.
La red de incendio es un requisito que exige la Prefectura Naval Argentina para la habilitación de la institución portuaria. Hasta el momento, de manera provisoria, se había podido funcionar con una red de agua más precaria y otra red que es propia de una empresa privada que ocupa el extremo norte del muelle que se dedica a la descarga de combustible.