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El Gobierno una serie de reformas al Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre (Reginave), enmarcadas en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ley 27.742).
Las modificaciones buscan simplificar trámites, reducir exigencias normativas y eliminar regulaciones obsoletas. Sin embargo, estas medidas han generado opiniones encontradas entre distintos actores del sector marítimo y fluvial.
Las autoridades que encabezaron la presentación del nuevo Reginave fueron: la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, la secretaría de Seguridad, Alejandra Monteoliva, Senador Nacional Alfredo Luis de Angeli, el secretario de la Transformación del Estado y Función Pública Maximiliano Fariña, el Prefecto Nacional, prefecto general Guillermo José Giménez Pérez y el Subprefecto Nacional Naval, prefecto general Alejandro Annichini,
De acuerdo a lo planteado por las autoridades, la modificación al Reginave pretende:
1. Simplificación de procedimientos administrativos: Eliminación de trámites considerados obsoletos, reduciendo la burocracia y agilizando procesos para los operadores del sector.
2. Reducción de exigencias normativas: Actualización de las regulaciones para alinearlas con estándares internacionales y adaptarlas a las necesidades reales de los operadores.
3. Creación de un régimen simplificado para embarcaciones menores: Implementación de un régimen especial para embarcaciones de menos de 100 toneladas, considerando sus particularidades y facilitando su operación
4. Digitalización de certificados y credenciales: Transición hacia formatos digitales para certificados de seguridad y credenciales, mejorando la eficiencia y reduciendo el uso de papel
5. Flexibilización de requisitos operativos: Eliminación de la obligatoriedad de contratar serenos a bordo, dejando esta decisión a criterio de los armadores según las necesidades específicas de cada embarcación.
6. Delegación de funciones a organizaciones reconocidas: Autorización para que federaciones náuticas y otras entidades otorguen permisos y certificaciones, descentralizando funciones y agilizando procesos
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la iniciativa destacando que “estas reformas tendrán un impacto positivo en la competitividad del sector y permitirán triplicar la actividad en los próximos 10 años“.
Por su parte, Federico Sturzenegger subrayó que los cambios permitirán “menos trámites, menos corrupción y más oportunidades para las pymes“.
Las voces a favor
Los defensores de la reforma resaltan su impacto positivo en la eficiencia y la accesibilidad del sector. “Estas modificaciones alinean nuestras políticas con las demandas del siglo XXI”, comentaron desde el Gobierno.
Entre los ejemplos destacados se encuentra la eliminación de requisitos considerados obsoletos, como la obligatoriedad de equipos eléctricos de repuesto para embarcaciones que operan a corta distancia.
Se espera que estas reformas permitan una mejor construcción y reparación de buques, faciliten la matriculación y transferencia de embarcaciones, y deleguen la emisión de permisos a organizaciones reconocidas, reduciendo así la burocracia y los costos operativos.
Críticas y preocupaciones
A pesar de las promesas de modernización, diversos sectores han manifestado reservas frente a las reformas. Los sindicatos denunciaron que no fueron consultados durante el proceso de modificación. “Es un régimen muy grande que fue cambiado a espaldas de los trabajadores”, expresó un representante sindical, anticipando que buscarán dialogar con las autoridades para presentar sus observaciones.
Una de las medidas más criticadas es la eliminación de la obligatoriedad de contar con un sereno a bordo. Si bien el Gobierno argumenta que esta disposición es innecesaria, los detractores advierten que los serenos cumplen un rol crucial en la seguridad y el mantenimiento de las embarcaciones. “La norma podrá variar, pero la necesidad operativa y el compromiso humano seguirán marcando la pauta“, explicaron desde el sector.
El diputado bonaerense Gustavo Pulti también se mostró crítico con las reformas, calificándolas de “improvisadas” y advirtiendo sobre los riesgos de delegar la seguridad de la navegación al mercado. “La seguridad de mares, ríos y lagos no está en manos del mercado en ninguna parte del mundo“, afirmó.
Un debate que sigue abierto
Aunque el Gobierno asegura que estas reformas modernizarán el sector y lo posicionarán como un referente en la región, las críticas apuntan a que los cambios normativos no atacan los verdaderos problemas estructurales del sector, en especial la necesidad de una planificación integrada y estratégica que articule de manera coherente las diversas normas y regulaciones.
En este contexto, la implementación práctica de estas medidas será clave para determinar si las reformas al Reginave lograrán el equilibrio entre modernización, seguridad y competitividad que el sector marítimo y fluvial argentino necesita.
