En el marco del Simposio “Presente y futuro de la seguridad en el Transporte en la Argentina y la región”, organizado por la JST, se desarrolló la mesa de debate “Asistencia a Víctimas: Una perspectiva humanitaria”.
Por Gustavo Colacilli
La misma fue abierta por Julián Obaid, presidente del organismo, quien destacó el trabajo que la JST realiza en el acompañamiento a las víctimas de los sucesos en los que interviene, como así también el rol fundamental que la asociación Ningún hundimiento más, que agrupa a las víctimas del naufragio del BP Repunte, tuvo en la aprobación de la ley que dio origen a la Junta de Seguridad en el Transporte.
El espacio estuvo coordinado por la licenciada Soledad Fattori Pedrana, quien es responsable del área de Información a Víctimas de Accidentes y sus Familiares del organismo de investigación y reunió a dos de los actores principales en brindar asistencia.
Por un lado, a quienes trabajan en el Plan de Respuesta a la Emergencia de Aerolíneas Argentinas, que son los encargados de llevar adelante el Plan de Asistencia a Familias (PAF) que debe ponerse en marcha en caso de que una aeronave de la compañía sufra un accidente. Además, definidos por la Organización de Aviación Civil Internacional como uno de los principales “proveedores de asistencia”.
Por otro, a dos representantes de “Ningún hundimiento más”, como vos de aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido en un suceso, pero que no recibieron ninguna asistencia poa parte del Estado.
Los representantes de Aerolíneas Argentinas fueron Juan José Mebrana, jefe del Plan de Respuesta a la Emergencia, Verónica Massolo, coordinadora del PAF y Juan Sabalua. Por parte de Ningún hundimiento más estuvieron Gabriela y Romina Sánchez, hermanas del capitán del BP Repunte.
Luego de la ya citada participación de Obaid, fue el turno de dar comienzo a la actividad. En primer término, Membrana hizo referencia a la trayectoria que llevan con la aerolínea de bandera, que implementó el Plan de Asistencia a Familiares hace ya 21 años. Luego fue el turno de Massolo, quien hizo hincapié en la importancia de acompañar a los familiares desde el momento inmediatamente posterior a la ocurrencia del suceso, incluso desde las necesidades más básicas, como son el alojamiento y la alimentación.
Luego, tanto Romina como Gabriela Sánchez recordaron los momentos iniciales luego de conocer la noticia del hundimiento del buque en el que navegaba su hermano, destacando el desamparo de esas primeras horas, en las cuáles debieron comenzar a actuar sin ningún tipo de guía.
Una vez finalizadas ambas intervenciones, comenzó un momento de preguntas y respuestas, acompañadas por la interacción entre los miembros de la mesa.
La principal conclusión de la mesa fue la necesidad imperiosa de trasvasar los conocimientos y la experiencia ya adquirida en la industria aeronáutica a los otros modos de transporte, en los cuales esto todavía es lejano, de manera de que todas las víctimas de accidentes, de cualquier medio de transporte, reciban la contención necesaria por parte de los distintos actores involucrados, de manera tal de que puedan atravesar esas primeras horas, y los días, semanas y meses posteriores, de la manera más humana posible.