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El buque granelero Bosphorus Asia quedó varado recientemente en el kilómetro 318 del Río Paraná, cerca de Ramallo, en un incidente que volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la navegación segura en la hidrovía más importante de Argentina.

En un primer momento, trascendió que el buque habría intentado navegar sin un práctico a bordo, aunque informaciones posteriores confirmaron que sí contaba con la asistencia de un práctico.

A pesar de esta corrección, el incidente pone en evidencia los riesgos inherentes a la navegación en el Paraná, un río de características complejas que exige una experiencia especializada. Los prácticos, capitanes de ultramar con vasta trayectoria, son profesionales clave para garantizar la seguridad y eficiencia de las operaciones en estas aguas.

El caso del Bosphorus Asia ocurre en un contexto de discusión sobre la desregulación de la navegación nacional. Una propuesta del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, plantea la posibilidad de que embarcaciones de bandera extranjera operen en rutas de cabotaje argentino, utilizando tripulaciones extranjeras y minimizando el uso de prácticos. Según los gremios marítimos y fluviales, esta medida podría debilitar al sector nacional, poner en riesgo empleos locales y aumentar los peligros operativos.

“Un club de privilegiados”: las controversiales palabras del ministro

Sturzenegger ha calificado al practicaje como “un club de privilegiados”, cuestionando la necesidad de esta profesión. Sin embargo, en el ámbito marítimo y naval, los prácticos son valorados y considerados esenciales. Su vasta experiencia como capitanes de ultramar garantiza la seguridad de la navegación en rutas complejas, como el río Paraná. Este caso refuerza la importancia de su rol, destacando los riesgos que implican las malas prácticas de navegación.

El buque, Bosphorus Asia,  ahora fondeado en Ramallo, podría enfrentar inspecciones de casco y complicaciones contractuales relacionadas con el laytime. Además, su varadura pudo haber generado interrupciones en la navegación, afectando la logística de otras embarcaciones.

Argentina enfrenta el reto de reducir los costos logísticos y portuarios para fortalecer su competitividad en el comercio internacional. Sin embargo, es necesario promover políticas que aborden los problemas estructurales, como los altos costos operativos en los puertos argentinos y la falta de competencia en servicios esenciales como el dragado de la hidrovía. Estas medidas serían pasos clave para mejorar la eficiencia y seguridad de las operaciones sin comprometer la integridad del sistema logístico nacional.

El caso del Bosphorus Asia destaca la importancia del practicaje y reaviva el debate sobre cómo equilibrar la reducción de costos con la seguridad en las operaciones fluviales, una cuestión crucial para el desarrollo del comercio exterior argentino.