YPF se incorporó como la tercera socia en Southern Energy, formado por Pan American Energy (PAE) y la noruega Golar LNG, con el objetivo de exportar gas natural licuado (GNL) desde Vaca Muerta hacia el mundo a partir de 2027.
La noticia fue adelantada durante la audiencia pública realizada en San Antonio Este, Río Negro, la primera semana de diciembre.
En el nuevo esquema, YPF posee el 15% de Southern Energy, mientras que Golar LNG conserva un 10%, Harbour Energy un 15%, Pampa Energía un 20%, y PAE, que inicialmente tenía el 55%, verá reducida su participación al 40%.
El proyecto contempla la instalación de barcos de licuefacción en el Golfo San Matías, entre Sierra Grande y San Antonio Oeste, un sitio seleccionado tras estudios batimétricos y oceanográficos. Las empresas buscan licuar y exportar 11,5 millones de m³ diarios de gas durante todo el año, en lugar de limitarse a la temporada estival.
Según declaraciones del presidente y CEO de la empresa, Horacio Marín, se proyecta la posibilidad de contar con hasta cuatro barcos de licuefacción para 2030, con una capacidad total de entre 70 y 80 millones de m³ diarios, lo que evitaría construir una costosa planta onshore.
Cada barco tendría una capacidad de 20 millones de m³ diarios, posicionando a Argentina como un actor relevante en el mercado global de GNL.
El proyecto enfrenta desafíos como la necesidad de contratos a largo plazo con compradores como Brasil, India, Japón y Alemania, y la definición de la decisión final de inversión (FID), prevista para 2025.
La reciente reglamentación del capítulo de Energía de la Ley Bases podría facilitar las inversiones, brindando seguridad jurídica y reglas claras para maximizar el desarrollo de Vaca Muerta.
Argentina podría competir en el mercado global si logra costos de exportación de GNL de US$ 6,50 por millón de BTU a la salida del país, frente a un mínimo de US$ 3 en los pozos de Vaca Muerta.
La competencia principal proviene de Estados Unidos, con precios actuales de US$ 8 por millón de BTU en puerto.
Tras la probable salida de Petronas, Shell surge como un posible socio estratégico, con negociaciones en curso para un contrato a 20 años por US$ 140.000 millones, una alianza clave para asegurar la viabilidad del proyecto y ampliar la red de compradores globales.
Southern Energy sigue avanzando en negociaciones con otras compañías del sector, consolidándose como una de las iniciativas energéticas más prometedoras de Argentina y América Latina.